Un café con los fundadores de Santa Luz Bougies

Nos tomamos un café con los fundadores de Santa Luz Bougies, Ángeles, Gustavo y Sofía, tres jóvenes emprendedores argentinos que llegaron a Namur para dedicarse a la organización de actividades y eventos y hacer realidad su sueño de vivir en Europa. Con la inesperada llegada de la pandemia tuvieron que dejar temporalmente de lado sus planes iniciales y replantearse el futuro, lo que les llevaría a alumbrar un apasionante proyecto.

¿Quiénes sois y a qué os dedicáis?

Somos Ángeles, Gustavo y Sofía, argentinos, originarios de la ciudad de Cruz del Eje, Córdoba, situada en el interior del interior de Argentina, a 800km de Buenos Aires.

Ángeles y Gustavo: somos abogados, aunque paralelamente siempre nos dedicamos a emprender, ya que tenemos una tendencia innata a crear y desarrollar proyectos.

Empezamos cuando éramos estudiantes, mientras trabajábamos en un estudio jurídico, organizando fiestas y eventos. Más tarde, abrimos una discoteca y dos hostales en Río de Janeiro junto a un amigo, al mismo tiempo que desarrollábamos un proyecto deportivo con otro amigo, que continúa al día de hoy, de organización de carreras de montaña en Argentina.

Aquí en Namur, trabajamos en la coordinación y desarrollo de actividades y eventos en la Abadía Notre-Dâme du Vivier, lugar que ha sido nuestra inspiración para crear el proyecto Santa Luz Bougies.

Sofía: yo estudié turismo, y siempre estuve vinculada a ese sector. Incluso llegué a montar una agencia de viajes y turismo junto a una amiga.

He viajado mucho y he vivido en varios países como Perú y Brasil antes de llegar a Bélgica.

¿Desde cuándo vivís en Namur? ¿Qué os trajo a esta ciudad?

Ángeles y Gustavo: vinimos a Namur en 2019 para trabajar en el desarrollo de las actividades y eventos de la Abadía Notre-Dâme du Vivier. Llevábamos tiempo pensando en venir a Europa, pero nuestras numerosas actividades y el nacimiento de nuestra hija nos llevaron a dejar a un lado la idea. Sin embargo, conversando con un amigo de la familia, que es justamente de Namur, nuestra situación cambió, ya que nos abrió las puertas de Europa y nos brindó todo el apoyo necesario. Al presentarse esta oportunidad laboral, decidimos dejarlo todo y lanzarnos a una apasionante aventura que nos iba a permitir realizar nuestro sueño.

Sofía: Yo llegué a Namur en enero de 2020, venía de Bruselas, donde llevaba viviendo un año. En mi caso, la oportunidad de trabajo sumado a que Ángeles, mi hermano Gus y mi sobrina ya estaban aquí, fue decisivo para cambiar Bruselas por Namur, ya que tener la familia cerca es muy importante para mí.

¿Cómo surgió la idea de fabricar velas artesanales?

Como muchas apasionantes e inspiradoras historias de reinvención, todo surgió durante la pandemia.

Fueron varios los factores que influyeron en la idea. Por un lado, la pandemia afectó mucho a las actividades sociales y de eventos, y nos vimos limitados a la hora de desarrollar los proyectos inicialmente previstos. Ese parón nos hizo reflexionar y replantearnos el futuro, y convencidos en la idea de afianzar nuestra presencia en Namur. Por otro lado, como siempre hemos tenido un espíritu emprendedor, aprovechamos ese período para crear algo nuestro. La idea de crear algo con nuestras propias manos nos seducía mucho, y tras leer una inspiradora historia de reinvención personal, decidimos comenzar a fabricar velas de cera de soja, naturales, ecológicas y artesanales.

¿Dónde aprendisteis a hacer las velas?

Cuando empezamos, no teníamos idea acerca de cómo hacer las velas, fue todo un desafío. Comenzamos a estudiar y leer mucho acerca del tema, y descubrimos que era, además de un verdadero arte, un trabajo muy noble.

Hicimos un curso online de fabricación de velas para tener una base teórica/práctica mas sólida, y tras un proceso de estudio e investigación de 6 meses seguido de numerosos ensayos, conseguimos obtener el producto que buscábamos: ecológico, reutilizable y con una estética particular.

¿Qué significa para vosotros hacer un producto artesanal y ecológico?

Los objetos artesanales ofrecen la oportunidad de brindar un objeto único, fabricado con pasión con nuestras propias manos. Somos conscientes de que la tendencia actual se dirige hacia lo artesanal, el verdadero lujo se encuentra ahí.

Nos preocupa sobremanera el medio ambiente, por eso, acorde con nuestra filosofía, nos esforzamos en hacer un producto artesanal, natural, y con un impacto medioambiental mínimo. Pero vamos un poco mas allá, porque además de fabricar un productos ecológico, también cuidamos mucho la estética.

¿Qué productos utilizáis para la fabricación?

Nuestra principal materia prima es la cera de soja biodegradable, de origen europeo y sin OGM. Las mechas están confeccionadas especialmente para velas de cera de soja, son de algodón orgánico y papel, que les otorga estabilidad, y no tienen ningún tratamiento químico. Los recipientes son de vidrio reciclable y, sobre todo, reutilizable, ya que cada uno de nuestros modelos puede servir para distintos usos cuando se consume la vela: florero, vaso, contenedor de capsulas de café, recipiente para postres… Todos los perfumes son de base natural y proceden de Grasse, la ciudad de la alta perfumería francesa.

Para su protección y transporte, las velas van envueltas en una bolsita de tela de algodón orgánico certificado, que también se puede utilizar para otros usos. De esta manera, evitamos embalajes superfluos e inútiles.

¿Cómo definiríais vuestros productos?

Nuestras velas son objetos únicos, porque al estar hechas de forma artesanal, no hay dos exactamente iguales. Además, son respetuosas con el medio ambiente, y su diseño sobrio y elegante les permite adaptarse a cualquier espacio.

¿En qué os inspirasteis para crear los aromas de las velas? ¿Cómo elegisteis los recipientes?

Los 6 aromas disponibles tienen vínculos con nuestro pasado, nuestras vivencias y experiencias personales. Cuando comenzamos a estudiar, nos encontramos con que existían cientos de aromas, hasta los más insospechados. Nuestra idea era limitar la cantidad de perfumes y elegir fragancias que se salieran de lo ordinario.

Así que decidimos acudir a nuestra “memora olfativa” para crear los aromas. De ahí surgió, por ejemplo, el aroma a Dulce de Leche, algo que nos acerca a nuestro país, pero sobre todo a la casa de nuestras abuelas, ese lugar mágico donde siempre se horneaban tortas, inundado de olor a dulce de leche, vainilla, caramelo… o el perfume Jardín de Ipanema, que toma los aromas de la famosa playa brasileña, con piña, lima y coco…

En cuanto a los recipientes, queríamos marcar la diferencia, buscábamos que fueran originales, fácilmente identificables y pudieran ser reutilizados. Esto supuso una gran tarea de búsqueda y selección, pero estamos muy satisfechos con el resultado.

Las velas se han convertido en objetos decorativos presentes en casi todos en los hogares. En vuestra opinión, ¿a qué creéis que es debido?

Las velas son objetos decorativos y transformadores de ambientes.

La presencia relevante de las velas como elementos decorativos se debe a que una vela trabaja en varios “frentes” a la hora de transformar el ambiente de un hogar: mientras se encuentra sin encender, es un objeto decorativo independiente de su función, que es alumbrar. Por otra parte, cuando se enciende, su luz actúa como elemento transformador del espacio, otorgando calidez, sensación de abrigo, calma, paz… convirtiendo una habitación en un lugar de relajación, de trabajo o estudio, según lo que se necesite En último lugar, también tienen un poder transformador gracias a su perfume, pudiendo refrescar una calurosa tarde o dar calidez a una fría mañana.

¿A qué público van dirigidos vuestros productos?

Nuestras velas están dirigidas a todos los que desean tener un producto artesanal, natural, respetuoso con el ambiente y con una estética cuidada y distinguida.

¿Dónde se pueden comprar vuestras velas?

Por el momento, las velas se venden online en nuestro sitio web www.santaluz.be. Estamos trabajando en la elección de puntos de venta fijos y pop-up en Namur, Bruselas y Amberes.

¿Hacéis formatos especiales por encargo? ¿Se pueden personalizar vuestras velas?

Si, ofrecemos un servicio de personalización de nuestras velas, tanto del recipiente, como de la etiqueta, del perfume e incluso del empaquetado. Realizamos encargos para eventos socialescomo recordatorio de bodas, bautizos, comuniones o  aniversarios; eventos empresariales, para presentación de marcas y productos, o regalos corporativos.

Un ejemplo de ello es la producción especial que hicimos para la Abadía Notre-Dâme du Vivier. La vela, en venta exclusivamente en la abadía, lleva incrustado un clavo antiguo, forjado a mano, de más de 300 años de antigüedad, recuperado de los desechos generados durante los trabajos de renovación del tejado de la abadía.

También ofrecemos un servicio de alquiler de nuestras velas para exposiciones, espacios culturales o cualquier otro tipo de actos.

¿Tenéis previsto ampliar la gama de productos?

Estamos trabajando en una línea de difusores de ambiente y otros accesorios para velas.

¿Cuáles son vuestros próximos proyectos?

Fieles a nuestra esencia emprendedora, estamos a punto de lanzar Kerikala, un sitio web de venta online de productos artesanales latinoamericanos como mates, tejidos, cuchillos, bandejas o cajas forradas de alpaca, entre otros.

Asimismo, estamos planificando la organización de eventos de carreras de montaña en los bosques Namur, mientras continuamos con el desarrollo de actividades y eventos en la Abadía.

Sobre Namur

¿Por qué dirías que es una ciudad TOP?

Desde que llegamos, a mediados de 2019, Namur no ha parado de crecer. En los últimos años se están llevando a cabo muchas obras que la están transformando en una ciudad moderna, top, con una atractiva actividad turística y cultural. Prueba de ello son: el espacio de Confluence, unión de los ríos Meuse y Sambre, el espacio de arte Delta, la renovación del Conservatorio Provincial o la restauración y la construcción de un teleférico hasta la cima de la Citadelle.

¿Os animarías a compartir vuestras direcciones favoritas de Namur?

Por supuesto

Un museo: el museo provincial Felicien Rops.

Un sitio que os inspire: la sala de subastas de antigüedades Rops. Los días previos a la subasta, abre sus puertas al público para la exposición de productos, y es un lugar de inspiración, de descubrimiento.

Un parque donde ir a pasear: la Citadelle.

Un restaurante donde comer un plato típico: la Chappelle de Bethleem, en la Abadía Notre-Dame du Vivier.

Un café: Cornet ou Petit pot.

Un sitio para merendar: la Maison des Desserts. 

Un lugar donde tomar un vino: la terraza de la Abadía Notre-Dame du Vivier en verano.

Las mejores vistas de Namur se tienen desde: la Citadelle.

Un lugar para hacerse una foto: el banco gigante, reubicado actualmente bajo l’Enjambée, una pasarela que cruza el río Meuse.

Santa Luz Bougies
santaluzbougies@gmail.com
www.santaluz.be

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